jueves, 22 de enero de 2009

Viento Norte

Si habría que dibujar al ministro Filizzola, sería un perro tratando de morderse el rabo; y el gobierno, un pez persiguiendo el caminito dibujado por las migas de pan que los sojeros, ganaderos, políticos, jefes de redacción y narcotraficantes han puesto para que avance hacia la red de pescar.



Jorge Iván
El ministro del Interior, Rafael Filizzola, dice que el operativo en Concepción y San Pedro ha venido arrojando buenos resultados, que está pisando los talones al poderoso y marcial EPP, con sus columnas disciplinadas de guerrilleros y sus armas mortales terciadas que causan estragos a cada paso por las cañadas. Por eso probablemente haya feroces enfrentamientos donde van a morir 10 campesinos pero ningún policía o militar. Volviendo a los talones del EPP, nada más importa para el ministro ante tamaño trofeo al alcance, ni las denuncias de tortura de parte de militares a seis campesinos, ni el asesinato de dos campesinos que tuvo como cortina el operativo militar, ni el testimonio de los lugareños sobre el enseñoreamiento de la mafia policial-fiscal-narco-ganadera-sojera con su cantidad de muertos en las comunidades.

Vía telefónica ayer E'a se comunicaba con un contacto que tiene entre los militares que están en aquel frente, y nos confesaba que "practicaron algo" por Crispín Fernández, Américo Fernández Romero y Alcides Martínez (FOTOS). Además nos preguntó "¿qué estamos haciendo nosotros acá?" y después nos contó que comen mal, que los militares fueron como segunda fila de los policías, pero se separaron cuando se dieron cuenta que éstos están implicados en varios negocios turbios de la zona. También nos contó que Roque González Vera, espejo de tantos jóvenes periodistas, trabaja a camisa remangada en el frente para que mañana tengamos la realidad comprimida en moldes de periódico. Tan comprimidas, ahí en el piso del baño. Porque para el usuario del water o del retrete solitario lo que pasa en el frente, a pesar de tantos titulares que muerden, es una lección histórica que le va a servir para entender que tiene que levantarse, por fin como un ejército disciplinado, cuando empiece a soplar viento Norte. Falta un poco todavía